Las pirámides, los templos y tumbas egipcias están impregnadas de una esencia mística que pareciese penetrar en todo ser que les circunde. Una similar atmósfera está presente en las antiguas momias faraónicas que por sobre todas las cosas, infunden el más profundo respeto y admiración por la antigua cultura egipcia al estar cara a cara con alguno de sus inmortales faraones.
Egiptología
El Imperio Nuevo es bien conocido por sus faraones y sus grandes obras, es el momento en que Egipto tuvo –al igual que en el Imperio Antiguo- las más imponentes construcciones de todo el mundo. Durante la XVIII Dinastía del Imperio Nuevo, en el 1386 a.C., Egipto gozaba de la mayor riqueza registrada en la historia y de hecho, se reafirma que Amenhotep III fue el hombre más adinerado del mundo antiguo.
Durante la XVIII Dinastía, Egipto gozaba de riquezas y conquistas militares cuando Tutmosis I y su reina principal, Amosis, trajeron al Imperio una hija que se llamó Hatshepsut. Ella seguramente estuvo observando a su padre por mucho tiempo y estuvo muy orgullosa de él gracias a sus logros.
Cleopatra es una de las más famosas reinas del antiguo Egipto, su imagen ha sido inmortalizada en Hollywood como la mujer más hermosa de la historia que conquistó al más poderoso líder romano, Julio César y luego a su fiel amigo, Marco Antonio. Sin embargo, la vida de Cleopatra no fue tan novelesca como muchos autores la han querido narrar.