Hatshepsut, La Primera de las Mujeres Nobles

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Durante la XVIII Dinastía, Egipto gozaba de riquezas y conquistas militares cuando Tutmosis I y su reina principal, Amosis, trajeron al Imperio una hija que se llamó Hatshepsut. Ella seguramente estuvo observando a su padre por mucho tiempo y estuvo muy orgullosa de él gracias a sus logros.

Los inicios de Hatshepsut junto a Tutmosis II


Rostro de Hatshepsut

Hatshepsut creció entre tres hermanos, dos de los cuales murieron antes que su padre dejando a un tercer hijo junto a ella. Este tercer hijo de Tutmosis I se llamó Tutmosis II, sin embargo, este era aún muy joven para reinar en Las Dos Tierras, el Alto y Bajo Egipto. Para darle una posición más firme a Tutmosis II ante la muerte de su padre, este fue desposado con Hatshepsut para que ambos tomaran el trono de Egipto.

Como de costumbre Tutmosis II realizó campañas militares en los territorios extranjeros y sus dos éxitos más importantes tuvieron lugar en Nubia y Siria. Hatshepsut era su esposa principal y ambos tuvieron una hija llamada Ranofru. De Isis, una concubina de Tutmosis II, nació un niño que se le dio el nombre de Tutmosis III. A pesar de que Tutmosis II parecía tener mucha energía en el ejercito, murió muy joven, tan solo estuvo 14 años en el trono junto a Hatshepsut.


Estatua femenina de Hatshepsut

Antes de su muerte, Tutmosis II designó a su hijo Tutmosis III a llevar en sus hombros la responsabilidad de reinar en el imperio más poderoso de la tierra para entonces. Aún Tutmosis III era un niño cuando se le entregó esta responsabilidad. Para ello fue desposado con Ranofru, su hermanastra, así repitiendo la historia de su padre. Sin embargo, aún era muy chico para la tarea. La solución fue hallada luego de que la corte consultara a los dioses; Hatshepsut debía acompañar al nuevo rey en un período de corregencia.

La corregencia con Tutmosis III


Fragmento de un obelisco donde se representa a 
Hatshepsut como hombre

Hatshepsut era realmente quién se hizo cargo del Imperio mientras su hijastro se entrenaba en el ejercito. Tutmosis III parecía estar muy contento de esta situación al principio; realmente le gustaba el ejercito y la casería que muy frecuentemente realizaba con motivos recreativos. Hatshepsut también disfrutaba de la situación al punto de que no deseaba que las cosas cambiaran. Hasta esos momentos ella había hecho las cosas muy bien y la corte junto a todo Egipto estaba a sus pies como fieles servidores.


Hatshepsut con forma
de hombre

Durante el segundo año de corregencia, Hatshepsut se apoderó del trono utilizando tanto la política como la religión para lograrlo. Esto se evidencia cuando en su templo funerario en Deir al Bahari se encuentra un muro relacionado con un nacimiento real. En la escena aparece la reina Amosis siendo asistida por siete mujeres que representan a la diosa Hator, también aparece Cnum y la diosa Heqet quién protegía a las mujeres en el embarazo y a sus hijos. Lo más importante de la escena es que también está la presencia de Amón dándole un fortalecimiento definitivo al suceso, el cual por supuesto era el nacimiento de Hatshepsut. Toda esta declaración significa que los dioses la habían seleccionado como faraón de Egipto desde su nacimiento. Lo que hay que recordar además de esto es que Hatshepsut era hija de Tutmosis I y de su reina principal, Amosis, dándole una fuerza más física y palpable para apoyar esta declaración religiosa. Cerca de este muro hay otro que apoya a la escena anterior; se ve a Hatshepsut siendo coronada como faraón en presencia de los dioses y de su padre Tutmosis I. Es importante darse cuenta que ella aparece como una niña y no como una mujer denotando así que desde un comienzo ella había sido la elegida para gobernar en Egipto.

El reinado de Hatshepsut como faraón

Mientras Hatshepsut era oficialmente la soberana de Egipto, Tutmosis III se quedó a un lado, pues, ella no gobernó con él sino totalmente sola. Hatshepsut obviamente se dio cuenta de que Tutmosis III se apasionaba por la milicia por lo que seguramente le debió haber concedido todo lo que él quisiera dentro de este marco. Entonces, mientras ella gobernaba, él estaba a cargo del ejercito.


Reina de Punt

Ella estaba contenta con la situación pero probablemente Tutmosis no lo estaba tanto ya que originalmente él había sido quién debía gobernar según su padre. Pero no tenía más opción que dar un golpe de estado para recuperar el trono o esperar a que Hatshepsut muriera. Su elección fue la segunda quedándose él en el ejercito mientras seguramente recordaba que era mucho más joven que ella por lo que algún día él sería el nuevo faraón.


Imagen de la expedición a Punt

Hatshepsut en cambio se dedicó a la construcción de monumentos y a realizar expediciones a tierras extranjeras. La más famosa de ellas fue sin duda la que hizo a la tierra de Punt ubicada probablemente en lo que hoy es Somalia. Allí la actividad u objetivo principal de la expedición fue el intercambio comercial incluyendo especies arbóreas.

Senenmut, fiel servidor de Hatshepsut

En torno a esta figura existen hoy en día muchas especulaciones entre los Egiptólogos. Senenmut era de origen humilde ya que sus padres eran simples plebeyos. Empezó por ser el mayordomo de Hatshepsut pero muy prontamente fue ganando méritos y a la par iba siendo ascendido de cargo hasta el punto que tuvo mucho poder en el reinado de Hatshepsut.


Senenmut, sirviente
de Hatshepsut

Hoy en día se piensa que Senenmut pudor haber sido íntimo compañero de Hatshepsut por la forma en que surgió. Es indudable que Senenmut se ganó todos sus méritos pero la forma en como se desarrollaron estos hechos es lo que intriga a los egiptólogos. Incluso se llegó a pensar que él fue "el poder detrás de trono" de Hatshepsut.

Ya sabemos que Senenmut fue mayordomo de Hatshepsut y, prontamente se convirtió en el tutor del joven Tutmosis III. Sin duda alguna, él se convirtió en uno de los hombres de más confianza de la reina-faraón, o seguramente el de más confianza. Esto es lo que se piensa, pues, también recibió los cargos de arquitecto, supervisor de obras, supervisor de los graneros y de los tejedores de Amón. Todo este camino recorrido por Senenmut no era nada fácil y mucho menos si recordamos que venía de entre los plebeyos.

Hatshepsut había mandado a construir su tumba mucho tiempo antes de convertirse en faraón pero durante su nuevo reinado cambió de parecer y mando a construir un templo funerario. A cargo de esta obra quedó designado Senenmut.


Templo funerario de Hatshepsut

Como arquitecto y supervisor de obras, Senenmut observó la edificación de uno de los templos más hermosos y singulares de todo Egipto. Está ubicado detrás del Valle de los Reyes en lo que hoy se conoce como Deir al Bahari. Se encuentra relativamente al lado del templo de Mentuhotep I e inspirado en éste se construyó el de Hatshepsut. Está dedicado principalmente al dios Amón pero también -en una escala menor- a Hator y a Anubis. También a cargo de él estuvo la erección de los obeliscos en Karnak.


Obelisco de Hatshepsut en Karnak

Los faraones como ya lo hemos visto en la genealogía de Hatshepsut podían tener más de una esposa y concubina por lo que Hatshepsut al ser faraón pudo haber gozado de los mismos privilegios. El problema está en que no se han encontrado las suficientes pruebas para asegurar que Senenmut y ella sostenían una relación amorosa. Hay que notar que a pesar de que Hatshepsut se hizo retratar muy a menudo como un faraón hombre -para atribuirse más fuerza- no dejaba de ser una mujer y se encontraba sumergida en un ambiente sumamente machista por tradición. Esta razón pudo haber obligado a Hatshepsut y a Senenmut a mantener su relación lo más secreta posible en caso de que esta fuera cierta.

Curioso es que muy cerca del templo funerario de Hatshepsut, Senenmut mandó a construir su tumba, y precisamente sus pasadizos subterráneos van en una dirección que conducen hacia el templo de ella quedando ambos más cerca el uno del otro. Esta otra razón ha apoyado la teoría de que ambos fueron algo más que faraón y sirviente.

El final del reinado

Alrededor de los 29 años de reinado -14 con Tutmosis II y 15 suplantando a Tutmosis III-, Hatshepsut muere. No se sabe como sucedió, si fue una muerte natural o no. Simplemente se sabe que al ella morir, Tutmosis III finalmente subió al trono. También se llega a creer que Tutmosis tuvo algo que ver en su muerte pero esta teoría tampoco encuentra las pruebas suficientes para asegurarlo. Lo cierto es que después de la muerte de Hatshepsut fueron destruidos sus obras como por ejemplo los templos, obeliscos, muros y estatuas siendo el principal sospechoso Tutmosis III en venganza de la usurpación de su trono.


Estatua de Tutmosis III

Tal vez Tutmosis III no tuvo mucho que ver en esto, pudo ser posible que por su condición de mujer, Hatshepsut debía ser borrada de la historia egipcia y de hecho, esto se hace evidente cuando se le omitió en la lista de reyes hecha en tiempos de Seti I y Ramses II en la Sala de los Antepasados del templo de Abidos durante la XIX Dinastía.

De lo que sí hay suficientes pruebas es que después de la destrucción de sus monumentos, muchos de ellos fueron enterrados con el fin de olvidar ese período tal vez vergonzoso para algunos. Lo que en realidad se logró con esto es que irónicamente a la idea de borrar toda su memoria se conservó de una manera muy satisfactoria, pues, la arena protegió estos monumentos como nada lo hubiera podido lograr. Hoy más que nunca, Hatshepsut, La Primera de las Mujeres Nobles como la traducción de su nombre lo indica, figura entre los monarcas más importantes de toda la historia egipcia.