Acerca de la significación de algunos títulos sacerdotales del Reino Antiguo

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Uno de los episodios mejor conocidos del Mito Osiriano, es el de las luchas que encaran Horus y Set por el trono de Egipto, vacante luego de que Osiris fuera muerto y despedazado por el último. [1]

En tiempos tardíos, los combates entre Horus y Set presentan aspectos y retos muy diversos, pero muy famoso es el episodio en que ambos dioses se transforman en hipopótamos. [2] De este cuadro original deriva la típica escena en la cual Horus y sus acólitos divinos, en pie sobre uno o más deslizadores de papiro – para indicar que la contienda se lleva a cabo en las marismas del Delta -, proceden a arponear a un hipopótamo que representa, obviamente, a Set. [3]

 El arponeo de un hipopótamo, como un motivo religioso y ritual, se conoce desde hace bastante tiempo, [4] e incluso se poseen interesantes documentos, datados en la Dinastía I, que confirman la importancia que dicha ceremonia tenía en el contexto del oficio soberano: en efecto, existen dos improntas de cilindro-sello que consignan sendas escenas en las cuales el monarca es enseñado en el curso mismo del rito. [5]

El propósito de este artículo es el de indagar la significación de un grupo de títulos sacerdotales del Reino Antiguo, que si bien han podido ser traducidos sin dificultades, todavía no han sido explicados desde el punto de vista de las funciones que le eran inherentes, las cuales, como veremos a lo largo de este breve ensayo, estaban estrechamente ligadas a las ceremonias mencionadas anteriormente.

 Nos referimos a los cargos de wr wa S p Hrw, wr S p Hrw, y wr wa zH. Los mismos son ostentados por el afamado Príncipe Rahotep, tanto en su tumba de Meydum, como en su estatua, procedente de allí y actualmente en el Museo Egipcio del Cairo (Dinastía IV temprana, tempus Snofru). [6] Otro noble contemporáneo suyo, cuyo sepulcro también fue exhumado en Meydum, portaba sólo los de wr wa zH y wr wa S p Hrw. [7] Finalmente, encontramos wr wa zH solo en el mastaba (Guiza 4170) de Nykainysut, fechado en la Dinastía V temprana. [8]

 Notemos, primeramente, la explícita relación establecida entre el dios-halcón Horus y un "arpón" (wa) en estos títulos, porque en numerosas improntas de cilindro-sellos del Período Arcaico, es muy frecuente toparse con una construcción religiosa denominada, según R. Weill, "Mansión ‘Asiento del Estandarte de Horus’". [9] Para él, esta forma de Horus sería una variante del logograma Gardiner R 13, que denota el nombre del Nomo III del Bajo Egipto y el Oeste en forma general. [10] Sin embargo, en el nombre del edificio antedicho, el signo que quiere interpretar como un "estandarte", ciertamente no lo es: no se parece en nada al estandarte-iAt, que caracteriza las escrituras arcaicas de Imnt.t ni a la "percha" sobre la que se posan los halcones en voces como nTr o Hrw.

 ¿Qué representa, entonces, ese signo? Examinemos la renombrada "Paleta de Nârmer": sobre el reverso [11] en la parte superior, se aprecia la procesión de estandartes triunfales ante los cuerpos decapitados de los enemigos del monarca. Sobre esos cadáveres, aparece una barca con el emblema de la diosa Neit plantado ante su cabina, y, por encima de ambos, se ve a un halcón sosteniendo el logograma de marras, del mismo modo que se esperaría tome un arpón. Resulta obvio, por la nitidez de la grabación, que el susodicho elemento no puede confundirse con un "mástil", y mucho menos con un "estandarte" o una "percha", tal como postuló R. Weill. [12] Que se trata de un "arpón de hueso primitivo" está sustentado por la ocurrencia del mismo, pero decorado, en un fragmento de cerámica predinástica, en donde el mismo es sostenido en manos de varios personajes en una escena de pesca o cacería. [13] Una prueba más concisa acerca de la verdadera identidad del ambiguo objeto no puede ser pedida: el signo representaba un arpón desde los tiempos del Predinástico Tardío y conservó su identidad durante el Período Arcaico y, como vemos ahora, hasta bien entrado el Reino Antiguo.

 Con estos argumentos, podemos retornar al nombre de la construcción religiosa arcaica y traducirlo como "Mansión ‘Asiento (p) [14] del Arpón de Horus’". A fin de poder identificar este aspecto del dios-halcón Horus y distinguirle de otras formas suyas, proponemos referirnos a él, en lo subsiguiente, como "Horus del Arpón".

 Sigamos nuestras indagaciones comentando que el Nomo VII del Bajo Egipto era llamado "El Arpón Occidental", por lo menos en tiempos dinásticos, y que su capital se denominaba Pi-Ha-neb-amente, "La Casa de(l Horus-)Ha, Señor del Oeste", durante tiempos tardíos, [15] demostrando que era la sede de una deidad "occidental". De acuerdo a R. Weill [16] el dios local siempre fue Horus-HA", una de las más oscuras divinidades del Delta occidental. A partir de algunos pasajes de los Textos de las Pirámides (§§ 119, 1.013 y 1.712), que es nuestra más temprana fuente acerca del dios, nos vemos forzados a concluir que tenía un marcado carácter funerario, actuando como protector del difunto y como un dispensador de ofrendas en el Más Allá. En ese corpus se le menciona junto a Hmn y Skr, Hemen y Seker, otros dos dioses hieracocéfalos crisaliformes, a veces representados como momias de halcón (sXmw, var. sSmw). Pero debemos destacar que, en ningún momento, este Horus-Ha parece relacionarse con un arpón o con el acto de arponear un hipopótamo. ¿No sería posible que Horus-Ha no fuera el dios-halcón originario del Nomo VII, y que, en realidad, sustituyera a un dios-halcón ciertamente conectado con el "Arpón del Oeste" que aparece en el nombre del distrito?

 Los grandes corpora de literatura funeraria son totalmente mudos acerca de este "Horus del Arpón" cuya existencia sugerimos aquí, un hecho que nos conduce a pensar que este papel originariamente no tuvo ninguna conexión con los conceptos de ultratumba. Así que debiéramos buscar otra explicación a su naturaleza y funciones, y, por lo tanto, debemos buscar otro tipo de documentos para poder obtener información acerca suyo. En este sentido, volvamos nuestra atención a tres tumbas del Reino Nuevo, que se encuentran en el cementerio nobiliario de Dira Abu‘n Naga (n° 82, 157 y 164), en Tebas Occidental, y que datan del Reino Nuevo. En ellas se han conservado fragmentarias copias de un muy interesante texto mitológico, que está conectado de muchas maneras con nuestro estudio. [17] Las lagunas de las versiones son abundantes y su propio lenguaje es bastante complejo, pero el tema principal gira alrededor de la cacería de un hipopótamo por Horus, quien usa, ya sea "sus arpones", ya el llamado "Arpón de Horus", que le ha sido obsequiado por la diosa Neit (del Nomo VI del Bajo Egipto). Algunos rasgos del texto merecen ser subrayados:

  1. La mención, al comienzo de todos los textos, de un signo que se asimila al logograma Gardiner O 22, zH, "tienda", el cual es fácil conectar con el tipo de construcción mencionada en el cargo wr wa zH, que citamos en un comienzo.
  2. La aparición de la diosa Neit, la deidad principal de un distrito adyacente al Nomo VII, cuya designación involucra el arma que Horus usa en este mito para matar al hipopótamo. Es notorio que esta diosa vuelva a aparecer en una asociación tan estrecha con el Horus arponeador, ya que se la presenta como la que le regala el arma, tal como ocurre en la Paleta de Narmer, ya citada - ¡y nótese que el rey luce la Corona Roja del Bajo Egipto! -.
  3.  De acuerdo a Sir Gardiner, estas versiones registran un mito muy antiguo, quizás predinástico, que consigna el combate cósmico entre las fuerzas del Mal y del Bien (o como quiera definirse esta dicotomía). Es bien sabido que el hipopótamo es un representante de las fuerzas caóticas y una personificación de Set. [18]

Creemos que es oportuno recordar que, en el Mito de Horus de Edfú, cuando se habla de los enfrentamientos armados entre Horus y Set, se dice que el arma de Horus se llama "El Séptimo Arpón", lo que resulta una coincidencia muy extraordinaria con la numeración y denominación contemporáneas del Nomo VII del Bajo Egipto.

 Pero retornemos otra vez a los títulos sacerdotales que son el tema principal de nuestra comunicación. A esta altura de la exposición se hace más claro que wr wa zH y wr wa S p Hrw han tenido su origen en el mito ya aludido, que trata sobre el combate cósmico entre Horus y Set como representantes de las fuerzas sobrenaturales antagónicas: el arpón sagrado con el que Horus derrotaba a Set (el "Arpón Occidental") debió haberse conservado en un santuario particular, cuyo nombre conocemos gracias a las improntas arcaicas: Hwt p wa Hrw, "Mansión ‘Asiento del Arpón de Horus’". Sin lugar a dudas, los portadores de los cargos citados eran sacerdotes dedicados a la conservación del arma sagrada y tendrían a su cargo las tareas peculiares al culto y uso ritual de la misma. Es posible que zH, en estos títulos, tenga un valor tradicional o arcaísta, ya que en tiempos predinásticos es indudable que el santuario se reducía a una mera "tienda". La función de wr wa S p Hrw, incluso, podría haber involucrado la realización cotidiana del ritual de arponear al hipopótamo, más si recordamos que, en el Mito de Horus de Edfú, el lugar donde tuvo lugar la pelea en esa forma era llamado S n aHA, "Lago de la Lucha". [19]. En este sentido, podemos comparar la ceremonia con aquella que tenía lugar, todos los días, en el Templo de Amón-Ra en Karnak, y que los sacerdotes efectuaban para mantener a raya a la serpiente caótica Apofis. [20]

Notas

 1. Existen muchas ediciones y estudios sobre el Mito Osiriano; el racconto más importante por su continuidad es el de Plutarco; ver A. Vázquez-Prego, Plutarco. Isis y Osiris. Versión española, glosario y nota biográfica (Buenos Aires, 1986), passim. No existe ningún documento nativo que contenga una exposición coherente y completa de este mito. Sobre Osiris y su mito, ver i.a. E.A.T. Wallis Budge, Osiris and the Egyptian Resurrection, 2 vols. (Nueva York, reed. 1961); J. Gwyn Griffiths, Osiris and His Cult (Leyden, 1981), passim.
 2. Ver F. Max Müller, Mitología egipcia² (Barcelona, 1993), 120.
 3. P. Bigongiari, "La religión del antiguo Egipto" en Las Grandes Religiones Ilustradas, fasc. 1 (Barcelona, s.f.), 19 fig.
 4. Sobre el tema, ver H. Säve-Söderbergh, On Egyptian Representations of Hippopotamus Hunting as a Religious Motive (Uppsala, 1951), passim.
 5. Ambas improntas proceden del cenotafio (Abidos T) de Hor-Wedimu (o, Den); W.M.F. Petrie, The Royal Tombs of the First Dynasty II (Londres, 1901), lám. VII (5, 6); Id., ibidem I (Londres, 1900), lám. XXXII (38-9) = XII (7).
 6. Id., Medum (Londres, 1892), lám. IX-XIII.
 7. Id., ibidem, lám. XVI.
 8. R. Weill, Des monuments et de l’histoire des IIe et IIIe dynasties (París, 1908), 276.
 9. Id., Recherches sur la Iere dynastie et les temps prépharaoniques I (El Cairo, 1961), 123 y ss.
 10. Ibidem, 130-1.
 11. W.M.F. Petrie, Ceremonial Slate Palettes (Londres, 1953), lám. K.
 12. R. Weill, Recherches... I, 136.
 13. C. Aldred, Egypt to the End of the Old Kingdom (Londres, 1965), 38 fig. 27 (arriba, derecha). Datado en el Período Gerzeense.
 14. Sobre p = "asiento", lit., "esterilla"; ver R. Weill, o.c. I, 129, y R.O. Faulkner, A Concise Dictionary of Middle Egyptian (Oxford, reed. 1972), 86 s.v.
 15. Sobre el Horus-Ha, ver ahora D. Wildung, "Two Representations of Gods of the Early Old Kingdom" en Miscellanea Wilbouriana 1 (1972), 157 y ss.
 16. R. Weill, "Le dieu Hrti" en Miscellanea Gregoriana (Vaticano, 1941), 381-91.
 17. N. de G. Davies~A.H. Gardiner, The Tomb of Amenemhet (no. 82) (Londres, reed. 1973), 28-30 (edición en paralelo de las tres versiones).
 18. Ver H. Säve-Söderbergh, o.c., passim.
 19. E.A.T. Wallis Budge, The Gods of the Egyptians I (Nueva York, reed. 1969), 481.
 20. Id., íbidem I, 325.

Autor: Jorge Roberto Ogdon