Sobre la naturaleza y la iconografía de "Set de Avaris", el dios de los Hicsos

El dios Set de Avaris fue adorado como patrono benéfico de los pueblos semitas que invadieron el Delta egipcio durante el Segundo Período Intermedio.

Muchos lo han relacionado con el Baâl fenicio-cananeo o con otras divinidades asiáticas. Pero, ¿qué asociación simbólica pudiera tener Set, el antagonista de Osiris, con los dioses fastos de la fertilidad, del rayo y la tormenta de los pueblos extranjeros?

 


Imagen del dios Set

 

El pensamiento religioso de los antiguos egipcios "se bastaba a sí mismo". Durante el período temprano no tuvieron necesidad de traer cultos extranjeros a su país. Sin embargo, cuando temporalmente se encontraban en Siria o Nubia, parece que eran dados a adorar divinidades extranjeras; incluso las relacionaban con sus dioses nativos.

Por un lado, la movilidad de funciones y la capacidad sincrética de las figuras divinas egipcias permitía una fecunda amalgama con otras deidades, aunque presentaran orígenes y naturalezas distintas.

Por el otro, los conceptos de la mitología asiática se paseaban de manera asidua y libre por las tierras de Egipto. Las rutas caravaneras que llegaban a Menfis por la puerta de On-Heliópolis desde Persia, Retenú y Haram habrían contribuido a un intercambio mercantil e ideológico importante.

Ya para la época de los Textos de la Pirámides hallamos algunas "tendencias egipcias" en Asia. Casi todos los nombres de los faraones de la Sexta Dinastía aparecen en fragmentos de vasos hallados en Biblos (Kepen). La evidencia muestra que construían sus barcos allí (kebenut = "barcos de Biblos"), lugar desde donde traían madera y otros materiales para construir sus tumbas y llevar a cabo sus prácticas de momificación.

También encontramos una continuidad de dichas relaciones durante el segundo milenio. En el Antiguo Testamento (en las fuentes del Génesis), hay prueba abundante de los vínculos entre los fenicio-cananeos y el país del Nilo, especialmente en el período patriarcal.

Hablamos de los viajes de Abraham y el comercio de esclavos y otros bienes plasmados en la historia de José (siglos XVII-XV a.C.). Los tratos entre ambas regiones están atestiguados, en las fuentes egipcias, en el Cuento de Sinuhé (1991-1962 a.C.) y los Textos de Execración (1900-1800 a. C.).

Los egipcios pensaban que los países limítrofes estaban bajo el dominio de Hathor (hut, "mansión" + Heru, "Horus"). Las patas de la Vaca Celestial (i.e., sus templos) se hallaban asentados en los cuatro extremos del mundo, ya sea en Nubia, el Sinaí, las costas del Mar Rojo (o Mar de Juncos) y Libia (J.-F. Champollion, 1974: II, p. 208). Incluso la misma diosa Hator fue asociada a la divinidad semita Baâlat, "Señora de Biblos".

Para el siglo XVI a. C., ideas y costumbres cananeas penetraron masivamente en Egipto. Desconocidos grupos asiáticos invadieron en forma gradual el Delta y se instalaron allí hasta ostentar el poder de manera tal que impusieron sus propias dinastías extranjeras (1786-1567 a. C.).

 


Mapa donde se muestra el lugar
en que estuvo ubicada Avaris

 

Las fuentes egipcias del Imperio Antiguo y Medio los designaron con varios nombres: como aâmu, sechetiu o mentiu de Setet o Sechet (hombres de Retenu) o Hiqau-jasut o Hicsos.

Tal como sucedió posteriormente con la "romanización" de los pueblos bárbaros, estos invasores se impregnaron de la cultura egipcia: escribían sus nombres en jeroglíficos, adoptaban títulos tradicionales, imitaron su arte en sellos y amuletos y adoptaron una divinidad local asociándola con varias deidades semitas: el Set de Avaris.

Evidencias en la Estela del año 400

En 1863, Mariette descubrió en Tanis (San el-Hagar) una inscripción conocida como la "Estela del año 400". La misma fue reedescubierta por Montet, en 1933, "bajo tres metros de arena y tierra". Esta es una fuente esencial para obtener alguna luz sobre el dios de los hicsos.

Al parecer, esta estela data de la Decimonovena Dinastía, en donde Ramsés II conmemora una visita o tal vez el aniversario de la fundación del templo de Set de Avaris.


Fotografía de la "Estela del Año 400"

Según la tradición, en Avaris había un importante santuario (Papiro Sallier I) que rememoraba el culto setiano en su faceta positiva vinculada a Re; ambos como protectores de la barca solar.

La estela contiene doce líneas de registros (se cree que originalmente podría haber habido más). En su extremo superior se hallan huellas de lo que pudo haber sido un disco solar alado y, debajo de él, en el extremo izquierdo, se ve al dios Set, antropomórfico y con vestido y tocado asiáticos, e incluso con barba.

En una de sus manos porta el anj y, en la otra, el cetro-uas egipcios. Frente a él, en el centro de la escena, se ve a Ramsés II ofreciendo dos vasos de vino. Detrás del faraón, a la derecha, un funcionario con sus manos levantadas en actitud devocional.

¿Cómo sabemos que este dios es Set y no se trata de algún otro? La inscripción dice:

Set de "Ramsés-amado-de-Amon", que da toda vida.

Delante del Faraón la inscripción reza:

Dar vino a su padre (y) que él haga que la vida sea dada.

Entre el Rey y el funcionario, nuevamente el texto revela la identidad del dios representado:

¡A tu ka, Set, hijo de Nut! Ojalá que des una existencia perfecta al servicio de tu ka (siguiendo a tu ka), al ka del príncipe hereditario, visir, escriba real, maestre de caballería (carros de guerra), director de países "extranjeros" (comillas nuestras), director de la fortaleza de Sile (Charu), Seti, justificado *

* Traducción de A. Rosenvasser, 1978

Este relieve nos abre una interesante puerta a la cuestión. Si comparamos la figura de Set aquí representada con la estela cananea de piedra caliza del siglo XVIII (museo del Louvre, París), en donde se lo muestra a Baâl (lit., "el Señor") de perfil con un gorro cónico, en actitud de cortar las nubes (actitud similar a la que representa al dios Min), o con la cabeza esculpida del mismo dios semita hallada en Alepo, veremos que las similitudes entre Set y Baâl son sorprendentes.


Estela donde se
representa al dios
Baâl

Los Targúmenes arameos de las escrituras judías identifican también a Set con Baâl Zefón. Según Éxodo 14: 2, 9, cuando los israelitas se dirigían en su huida al Mar Rojo llegaron al punto de Baâl Zefón (aquí es un sitio de referencia).

El Targúm Yeresalmi, habla de este sitio como un migdol (heb., migh-dál, "torre"; En las Cartas de Amarna se habla de ma-ag-da-li) o punto donde se emplazaba un levantamiento artificial de observación. Según los mitos targuminos, cuando Yahvé arrojó las plagas sobre Egipto todos los dioses fueron destruidos menos el ídolo de Baâl Zefón. Este dios fue el único que sobrevivió a la ira del ángel destructor.

Otra identificación posible es con el dios Resef ("Relámpago", correspondiente al Reshep de Biblos, entendido en los textos judíos como una personificación de la muerte). Este también es plasmado con un gorro con borla similar a la corona que usa Osiris (símbolo del Alto Egipto); aunque es probable que este dios se asociara con la iconografía de Min durante la Decimoctava Dinastía, cuyo brazo levantado represente una actitud tanto agresiva como protectora.


Ilustración donde se
muestra a Reshep
de Biblos

A Set de Avaris se lo ha visto bajo varias formas: con la figura de Baâl (cananita), Reshep (fenicio) o de Tesud (hitita). Pero no fue el único. Horus fue vinculado con Hurón, Astarté con Sejmet y Anta (Isit) fue considerada la consorte de Set.

Pero, más allá de sus similitudes, ¿existe también algún tipo de relación funcional? ¿Se puede identificar al Set egipcio, el antagonista de Osiris-Horus e improductivo habitante del desierto, con un dios del rayo y la tormenta?

Además, si bien el Set de Avaris es pintado con figura humana, sabemos que al Set "clásico" también se lo suele representar con la cabeza de un animal no identificado parecido a un cánido. ¿Qué correspondencia podría tener este animal con las divinidades asiáticas?

Sobre la naturaleza de Set

Desde presentarse como una figura antagónica de Osiris-Horus en el Imperio Antiguo, hasta adoptar una configuración simbólica del mal para el período helenístico, en el drama mítico Set era un ser negativo y estéril.

Set (un "Señor del Sur") parece haber recibido culto desde tiempos predinásticos, incluso antes de constituirse cualquier triada osiriana. Estaba representado por un animal cuadrúpedo con un hocico largo y algo curvo y con grandes orejas de punta cuadrada levantadas.

Los mismos egipcios de tiempos históricos quedaron perplejos ante su enigmática iconografía. Se ha tratado de explicar ésta como que Set era un derivado de un dios muerto en el pasado remoto o con una representación estatuaria prehistórica con escasos conocimientos zoológicos. Nunca sabremos a ciencia cierta de qué animal se trata (más adelante presentaremos una hipótesis sobre esto), aunque ha sido conectado con la figura de una cánido (?) de color rojo.
 


Representación de Set
donde se puede percibir
el color rojo de su pelaje

Para la mentalidad egipcia, el rojo era el color característico del mal y simbolizaba al desierto ardiente. Según Plutarco y Heródoto, los egipcios sacrificaban a las personas pelirrojas (J. Burton Russell, 19: p. 81). Esto nos hace acordar a la representación del Diablo medieval en la iconografía cristiana. En esa época subsistía la creencia de que los pelirrojos eran víctimas de los demonios.

No obstante esto, Set es un dios ambivalente. En el mito de la muerte de Osiris es él el asesino, quien lo encierra en el ataúd y lo arroja al mar, y también quien posteriormente lo descuartiza en pedazos (En la versión del mito, que el ataúd de Osiris va a parar a Biblos, a Osiris se lo relaciona funcionalmente con Hadad -Adonis -, "aquel que renace del árbol").

En el mito, Set es un violador del Maat. Sin embargo, practica una clase de mal que es necesario para que ocurra la salvación de los hombres. Si Set no hubiese matado a Osiris, este no conocería los secretos de la momificación y la consecuente resurrección para enseñarla a los mortales.

En la Enéada heliopolitana, a Set se lo presenta como hermano de Osiris. Sin embargo, en algunas versiones del mito se lo hace hermano de Horus, el aspecto rejuvenecido del sol. Para las estructuras de pensamiento míticas - y bajo una interpretación psicológica -, a menudo encontramos que los hermanos son representaciones de pares de opuestos.

En este caso, Set no sería totalmente malo, ni Horus totalmente bueno, sino dos caras de una misma divinidad. Es como una percepción de pares contrarios que conviven y coexisten para la conservación eficaz del orden (Maat): cielo-tierra, Vida-muerte, fertilidad-esterilidad.

Set visto bajo el aspecto del rayo y la tormenta

¿Por qué los pueblos semitas asociaron a Set con algunas divinidades de la lluvia, como ser Baâl, Hadad o Tesud? Estos dioses semitas (o indoeuropeos. como es el caso de Tesud -Teshud en los tratados hititas CTH 62 I -, cuya funcionalidad es comparable a la del Thor germánico), eran entidades benéficas, causantes de las lluvias, las cosechas y la abundancia, producidas, en algunos casos, por la muerte y la resurrección del dios.

Set en el mito no muere, es un ser estéril, improductivo, a diferencia de los dioses de la fertilidad. ¿Qué factores pudieron llevar a tal relación?

Como ya sabemos, "Egipto es la tierra donde nunca llueve". Set, amalgamado con alguna divinidad de las tormentas y el fuego relampagueante (desierto-rojo-fuego-relámpago) en una tierra de escasas precipitaciones, implicaría proponer un cambio en su naturaleza.

No olvidemos que el Set de Avaris ya era visto bajo la representación antropomórfica, i..e., que podría ser entendido como un dios benigno o tal vez podría minimizar la función del mito clásico egipcio por otra más cercana a las circunstancias y mentalidad asiáticas.

En el Cuento del Náufrago (Papiro de Petrogrado II, 32, 57), a Set se lo asocia con la palabra para la tormenta y el trueno (eg., neshny, "tempestad"). En un papiro de la época helenística, se lo describe como "sacudidor de colinas y truenos, provocado por huracanes, sacudidor de rocas; el destructor, el que perturba el mar". El rayo o el relámpago tienen una similitud con el fuego poderoso (la destrucción) y esta es otra posible correspondencia.

Set también fue adorado como un dios de la guerra. Se lo suele mostrar con un arco y un carjal sobre su espalda (F. Max Müller, 1996: p. 106). Junto con Resef se lo identifica por su "gran fuerza". En su aspecto guerrero, bien pudo ser vinculado como dios de los soldados o como un ser duro como el hierro, patrono de los guerreros.

Los faraones de las Decimoctava y Decimonovenas dinastías lo consagraron en su panteón como una divinidad principal, quizá por el carácter belicoso de estos faraones. Además forma parte del nombre de algunos de ellos como los Seti, por ejemplo.

Pero ¿qué podemos deducir de su representación teriomórfica?

El reino de Sharuhen y su relación con la iconografía setiana

Set es un dios con cabeza de animal. Si a Set se lo asoció bajo la forma del Baâl (El Señor > Set-Baâl = Set) cananita (el dios Él, padre de Baâl, era adorado bajo la forma de un Toro-Uro) es muy probable que en la antigüedad fuera visto como si tuviera la cabeza de un "perro o un asno". Algunos lo han equiparado al novillo, ya que los pueblos amorreos los castraban antes del holocausto, pero esto es todavía incierto (recordemos que, en el mito, Set fue castrado por Horus).


Mapa donde se muestra el
lugar en que estuvo ubicada
Sharuhen

Aunque, como mencionamos, nunca lo sabremos a ciencia cierta, existe una posible pista en las excavaciones efectuadas en un complejo de emplazamientos del Negev, conocidas como el "Reino de Sharuhen".

Muchos sostienen que el reino de los hicsos mantuvo relaciones paralelas con Canaán durante el Bronce Medio II (BM). Posiblemente, Sharuhen haya sido un importante centro militar y político al sur de Canaán que sirvió de refugio a los hicsos cuando estos fueron expulsados por Kamose. Pero si investigamos las evidencias arqueológicas acerca de su culto y religión se podrá establecer algunas comparaciones acerca de la naturaleza del dios de los hicsos y su iconografía zoomórfica.

Se ha encontrado un santuario en Tell el-Ajjul, donde existen depósitos de huesos de animales y fragmentos de tablillas. Allí se revela alguna clase de culto parecido al de los amorreos. En la llamada Tablilla de Hebrón se presentan listas de animales sacrificados en donde figuran especialmente cánidos.

En los depósitos de fundación, hallaron huesos de animales que fueron sacrificados de manera ritual, antes de alcanzar los dos años de edad, junto con huesos de asnos.

Además de cientos de cachorros con el cuello quebrado (compárese con la descripción de Isaías 66: 3). En el Templo de Tell-Haror, en 1922, se exhumó un esqueleto completo de asno y, en la tumba a/II-n/18, dentro de un pozo circular, dos equinos enfrentados fueron inmolados de manera ritual.

Docenas de asnos fueron desenterrados entre el Negev y Avaris que datan del Período Hicsos (Tell-el D'aba [Avaris], Tell el- Maskhuto) .

El uso de este animal tiene su correlato en Números 31, cuando en un enfrentamiento entre israelitas y madianitas se obtuvieron como botín 61.000 asnos.

Es plausible que los habitantes del Negev y del Sinaí adoraran al asno bajo la forma de Ya, Yami o Yahu (eg. , Ioh), visto como el dios del fuego y las erupciones volcánicas. La identificación de esta divinidad del fuego vinculada con el asno o los becerros y el Yahvé hebreo son por demás sugestivas, pero sumamente dudosas.

De esto podemos deducir que el asno era un animal que se asociaba a Set como dios de Avaris y tal vez la figura de su cabeza provenga de allí.

La relación de los asnos con los dioses semitas esta muy bien atestiguada en las fuentes asiáticas, así como la de los perros con la adoración cananea y mesopotámica. Si Set era visto por los semitas bajo la cabeza del perro o del asno bien pudo ser un dios con claras correspondencias con Baâl y la naturaleza de su culto.


Es esta imagen se puede observar al dios Set
con piel negra (otra variante de sus representaciones)
y donde se muestran claramente sus rasgos faciales

Otro dato de este enlace lo obtenemos de las fuentes egipcias. En los Textos de los Sarcófagos del Reino Medio, el Dicho 266, registrado en un ataúd procedente del Asut, habla de Set como un serpo-asno (hiu) que, de no tratarse de un error del copista, tenemos que suponer que el dios era representado en ocasiones con una naturaleza híbrida en la que estaba implícita su imagen bajo la forma de asno y serpiente (J.R. Ogdon, 2002).

Los perros y los asnos en los cultos cananitas

Tanto los perros como los asnos tenían funciones ambivalentes. En Egipto, por ejemplo, tenemos evidencia de que el asno era visto en forma negativa. En Coptos era un animal bastante maltratado. Con sus cráneos se hacían instrumentos musicales y representaba un símbolo de ignorancia. Algo parecido sucedía en los días del Imperio Romano, cuando la aparición de un asno era índice de un mal presagio.

En tiempos bíblicos, el asno era bastante apreciado como herramienta de carga. Además eran bestias útiles para la guerra (Isaías 21: 7). Heródoto también menciona que los persas los usaban para el mismo fin (Libro IV: 129).

Pero también era visto como un animal que simbolizaba la inmundicia ceremonial (Éxodo 13: 13 y 34: 20) y la impureza sexual (Ezequiel 23. 20). La importancia cultual que le daban los pueblos filisteos al asno (posiblemente el cráneo del asno fuera usado como vestimenta chamánica y se adoraran las piedras que lo relacionaban con esta forma) se ilustra por el pasaje de Jueces 15: 9-19, en donde el juez israelita Sansón mata a infinidad de filisteos con la "quijada de un asno" para humillarlos.

Samgar, hijo de la diosa Anat (?), otro héroe mítico hebreo, tenía como estandarte y arma de lucha la cabeza de un buey (Jueces 3:31).

Por otra parte, en Mesopotamia, los perros eran usados como ofrendas sacrificatorias. En una carta de Mari (ARM IIN-37), se cuenta como un tal "Ibal" reporta a su señor, el rey Zimrilim, que cerró un tratado inmolando un cachorro de perro y una cabra. También se asociaba a los perros con la diosa Gula (diosa de la sanación), ya que su emblema era el perro y su templo era conocido como "Casa del Perro". En su santuario, los perros podían pasearse sin problemas por todo el predio.

Sin embargo, en las fuentes bíblicas los perros eran símbolo de perversidad sexual. Los perros eran carroñeros y un signo de humillación era el de ser condenado a muerte sin entierro y, encima, ser comido por los perros.

A los pederastas se los consideraba como perros. Deuteronomio 23: 18, habla acerca de las orgías practicadas por los cananeos adoradores de Baâl y menciona a los perros como apelativo de sus sacerdotes.

Dice así: "No debes introducir en alquiler de una ramera ni el precio de un perro (prostituto de templo -sodomita)", posiblemente "aluda a alguien que practica la cópula anal con un muchacho" (nota de la traducción del N.M.).

Es notable que, en los cultos fálicos a Baâl y Astarte, la homosexualidad y las prácticas contra natura fueran moneda corriente. Esto puede relacionarse con la naturaleza de Set visto como un dios que practica o intenta practicar el sexo contra natura con Horus (Papiro Chester Beatty I).

Set bien pudo sincretizarse con divinidades semitas afines, como Baâl, Hadad o Tesud, entre otros. La relación del asno, como animal de guerra y como símbolo de impureza sexual, al igual que el perro en su relación con la cópula contranatural, como su función de dios del desierto, el fuego y la tormenta en su demostración de poder, bien pudiera arrojar luz sobre la naturaleza y la iconografía del dios Set de Avaris.

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Autor: Carlos Sergio Fuster