El período amarniense fue una etapa convulsa para el imperio egipcio, no sólo por la nueva religión monoteísta introducida por Akhenaton; el arte, la sociedad y la política sufrieron notables cambios, para bien o para mal.
La belleza y la inteligencia de una mujer, si no van acompañadas ambas de la bondad, pueden ser excesivamente peligrosas. Hubo en antiguos tiempos muchas mujeres bellas. La más bella en la Historia dicen que fue Cleopatra. Cleopatra, fue al nacer, heredera del trono de Egipto y llego el día en que ayudó a gobernar la mitad del mundo. Era el ultimo vástago de la casa de los Ptolomeos.
Tal vez para muchos amantes de la Egiptología este nombre les sea conocido, pero lo cierto es que para la gran mayoría de la gente es más conocido su hijo y yerno: Tutankhamón.
El Imperio Nuevo es bien conocido por sus faraones y sus grandes obras, es el momento en que Egipto tuvo –al igual que en el Imperio Antiguo- las más imponentes construcciones de todo el mundo. Durante la XVIII Dinastía del Imperio Nuevo, en el 1386 a.C., Egipto gozaba de la mayor riqueza registrada en la historia y de hecho, se reafirma que Amenhotep III fue el hombre más adinerado del mundo antiguo.
Sin duda alguna, Egipto es famoso por sus esplendorosos monumentos y por sus numerosos faraones, de los cuales, Ramsés II está entre los más importantes gracias a sus magníficas obras arquitectónicas. También conocido como Ramsés el Grande, fue el constructor más ambicioso de todo Egipto a pesar de que no erigió ninguna pirámide. Era sin duda alguna uno de los hombres más gloriosos de su época.